“Como haces una cosa, así haces todo lo demás” es una máxima que rige el día a día de los expertos en alta productividad. No se trata de desempeñar tus funciones cotidianas, sean laborales o no, de forma rápida y exageradamente competitiva, sino de aumentar tu eficacia y eficiencia. ¿Te apuntas? Desde el Coaching, te doy algunas pautas.
¿Conoces expresiones como parálisis por análisis, fatiga por decisión, procrastinación o si no es perfecto, no lo hago? Hacen referencia a las excusas que, a veces, nos ponemos para evitar salir de lo que se conoce como zona de confort, aunque allí no se esté muy cómodo que digamos.
Son obstáculos que nos ponemos y que nos impiden avanzar, permitiendo que obtengamos un beneficio emocional, que no es otro que el de sentirnos víctimas, ¿te suena?
“La calidad de tu vida depende de la cantidad de incertidumbre que puedes asumir de forma cómoda”, esta máxima, atribuida al coach experto en Motivación y autor de “Poder sin límites” Tony Robbins, la trae a colación Miguel Navarro (@productividadferoz), durante su reciente clase magistral online “Domina tu tiempo, domina tu vida”.
Navarro considera que existen lo que él denomina “pepitas de oro” para incrementar la productividad y así realizar un cambio de hábitos. Aprovechar el tiempo supone entrenar al cerebro para que responda de una manera más eficaz a las demandas productivas tanto en el trabajo como en el desempeño de otras actividades.
“Las preguntas que te haces son importantes, pues es así como pones el foco en un aspecto concreto”, dice Miguel Navarro; “controlar ese foco te lleva a la prosperidad”.
El autor de “La pirámide de la influencia” considera que cuando te haces preguntas de calidad “tu mente sale del área cómoda”, por ejemplo: ¿cómo podría hacer esta tarea en la mitad de tiempo?, ¿qué tendría que cambiar?, ¿cuál es mi perspectiva mental?, ¿cómo puedo utilizar una situación aparentemente negativa para convertirla en un aprendizaje?
Ojo al perfeccionismo
Otra de las pautas tiene que ver con la incomodidad, “si de forma cotidiana la entrenas, tu cerebro se recablea”, dice Navarro, quien propone darse una ducha fría por la mañana, pues de este modo si se ha de confrontar una situación de malestar en el trabajo, será más fácil transitarla, debido al entrenamiento.
Del perfeccionismo es mejor salir, según este experto, que nos previene del saboteador interno: “mejor mal hecho, aunque imperfecto, que perfecto pero sin hacer”; “sin actuar no lograrás nada, por lo que evita las excusas y vive en modo borrador”.
Es importante que, cada día, lo primero sea lo primero, para evitar la fatiga por decisión que puede acumularse a lo largo de la jornada. “A medida que avanza el día, te cuesta más tomar decisiones”, dice Miguel Navarro; “así que trágate un sapo nada más empezar; dedícale una o dos horas a las tareas que más te cuesten, con lo que el resto de la jornada te parecerá que vuelas”.
La planificación es preciso realizarla la noche anterior, cuando hayas terminado tu jornada: “no se trata de elaborar una lista de tareas, sino de incorporar a tu agenda lo que harás en cada hueco”.
¿Qué pasa si estás muy concentrado y, de pronto, te entra una tarea urgente, o alguien te llama y has de atenderlo? Navarro propone la “regla de los dos minutos”, que se basa en que, si el mandato tiene un tiempo de ejecución inferior a los dos minutos, ahorres el coste temporal, emocional y energético posterior, que será mayor, y lo hagas en ese momento.
“No es una cuestión de falta de tiempo, sino de prioridades”, dice Navarro; “lo primero es definir qué es lo que decides, eliges y te comprometes a conseguir, por lo que todo aquello que te sobre y te estorbe para lograr un objetivo, personas incluidas, échalo fuera”.
Reglas imprescindibles para que éste sea tu año
Son diez las situaciones que te hacen sentir que “no te da la vida”, según este experto: la procrastinación o dejar los asuntos para más adelante, el tiempo embebido en las redes sociales, la desconcentración, una alimentación inadecuada, la falta de ejercicio físico, el cansancio por falta de energía, que vas corriendo a todas partes, sin tiempo para hobbies, sin relaciones familiares ni con amistades o las muchas horas de trabajo.
¿Cómo hacer para entrenar la eficiencia? Miguel Navarro propone los siguientes hábitos:
Rodéate de ganadores. Tu entorno te condiciona y limita más de lo que crees. “Busca a personas que jueguen al juego de la vida mejor que tú, las que asuman la responsabilidad de la vida, sin quejas y piensen en grande”.
Aprende siempre. “Detrás de cada resultado que quieres y no tienes, hay información que desconoces”.
Crea tu rutina de mañana. Dedícate al menos 5 minutos a ti mismo. Agradece, medita. Conseguirás cambiar tu estado mental y físico, con lo que tu respuesta ante nuevos desafíos será más eficaz.
Cuida tu descanso. Entrena tu transición al sueño mediante técnicas de relajación. Evita las pantallas de última hora. Cena temprano.
Entrena tu templo. Tu cuerpo has de mantenerlo sano, pues tu salud es un pilar fundamental para tu desempeño diario.
Medita cada día. Mejorará tu capacidad para conectar con el presente y con tu interior.
Encuentra a un mentor. Alguien que te transmita o con quien conectes. Sigue sus formaciones, lee sus libros, acude a sus conferencias; en suma “replica sus pasos, aunque a tu manera”.
“Dedícate al 100% a la vida que deseas”, dice Miguel Navarro; “no temas quemar tus naves pues, al no tener posibilidad de regresar, te entregarás al máximo a tu objetivo”.
Y recuerda que…
Como haces una cosa, así haces todo lo demás.
Si entrenas tu incomodidad, tu cerebro se recablea.
Sin actuar no lograrás nada, por lo que evita las excusas y vive en modo borrador.
La meditación mejora tu capacidad para conectar con el presente.
Detrás de cada resultado que quieres y no tienes, hay información que desconoces.
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