Al volver a casa después de la jornada laboral, o quizás tras un viaje, nuestro hogar ha de ser un lugar de descanso, sin tensiones ni estrés, un espacio sagrado en el que podamos ser genuinos al cien por cien. Si eres de los que teletrabajas, tu oficina doméstica ha de ser también armónica. Desde el Coaching te propongo las herramientas contenidas en el Feng Shui, la disciplina milenaria basada en la ocupación consciente del espacio
¿Qué tal te sientes en tu casa? ¿es para ti un espacio de bienestar? ¿qué tal duermes? Si has tenido un día raro y vuelves agotada ¿es tu hogar tu medicina?, ¿es tu casa terapéutica, te sana cada día?
Desde hace una semana, la cocina de mi amiga Loreto es un caos; ha tenido que cambiar el suelo, por lo que gran parte del contenido de armarios y alacenas han tenido que llevarse a otras estancias de la casa.
El polvo generado por la obra ha estado viajando por mesas y estanterías y, dado que ella teletrabaja, ha estado sometida a una gran tensión. “No sé qué me pasa, que no soy capaz de concentrarme cada vez que veo la cocina y también el resto de la casa” me decía Loreto; “todo cubierto de suciedad, sin poder cocinar y a duras penas lavar la ropa”.
Así que ha decidido trabajar en una cafetería cercana donde, pasada la hora de los desayunos, el clima es calmado y tranquilo. Desde allí ha estado trabajando y así continuará hasta que los técnicos terminen.
Lo que ha descubierto Loreto es una de las leyes fundamentales del hogar armónico, que viene a decir que tal y como esté tu casa, así estarás tú y viceversa.
“El desorden descentra y estresa”, dice Montserrat Beltrán, consultora de Feng Shui (www.fengshuimb.com); “un hogar en armonía se logra a través de una buena distribución de los muebles, materiales, objetos de decoración y colores, todo ello combinado”.
Según esta experta, creadora del método OSATE (Observar, Soñar, Activar, Transformar y Existencia) el Feng Shui “permite que se produzcan cambios en la energía de la casa que provocan modificaciones en la vida de las personas que la habitan”.
“El Feng Shui permite cambiar la disposición y composición de la vivienda o lugar de trabajo, pero sobre todo conectar a la persona con lo que desea transformar en su vida”, dice Montserrat Beltrán.
Redescubrir el hogar
“La vivienda se ha convertido en una prioridad”, dice la citada consultora en Feng Shui; “aunque, si bien hemos redescubierto nuestra casa, ésta no siempre es nuestro hogar”.
¿Qué se requiere para que la casa que habitamos sea un hogar? Desde el Coaching te invito a atender las claves Feng Shui para una casa en armonía, tal y como explica la experta Montserrat Beltrán:
Clave # 1. La entrada. Cuando atravesamos la puerta de nuestra casa, la energía entra con nosotros. No obstante, si nada más abrir, lo que nos encontramos es un espejo, la cocina, el cuarto de baño, una ventana o el jardín, al funcionar todas como salidas de energía, permitirán que la abundancia se nos escape.
Solución: podemos cambiar el espejo de posición, de modo que no refleje la puerta de entrada. Las puertas de la cocina o el baño siempre cerradas. Colocar algún elemento que ralentice la velocidad de la energía, como una alfombra o alguna cortina, en el caso de la ventana o el acceso al jardín.
Clave # 2. Acumulación. Los apuntes de la carrera, las revistas de decoración, los dibujos de los sobrinos o la ropa de nuestros hijos cuando eran bebés pueden ser objetos que han formado una parte importante en nuestras vidas, por lo que nos encantan. Sin embargo, dado que en la actualidad no tienen ninguna utilidad para nosotros, nos limitamos a acumularlos en armarios, cajas y estanterías. Bloquean la energía.
Solución: limitar el espacio a esos objetos, sin dejar que sobrepasen el límite de una representación testimonial. De los recuerdos de los niños se pueden hacer fotografías, por ejemplo.
Clave # 3. Inodoro. Es el elemento por el que puede darse la mayor fuga de energía en el hogar, sobre todo si la tapa se queda abierta; “el dinero es energía”, nos recuerda Beltrán; “al igual que el bienestar, la buena relación con la familia, con una misma, con la pareja y con el mundo”.
Solución: la tapa del inodoro ha de estar cerrada cuando nadie lo esté usando.
Clave # 4. Cosas que no te gustan. A veces, en nuestra casa tenemos objetos que nos han regalado, que hemos heredado o que, simplemente, han dejado de gustarnos. Y los dejamos ahí, tal cual. Se trata de un escollo para la armonía. Además, tales objetos impiden que existan otros que nos gustan en su lugar.
Solución: observar, habitación por habitación, qué cosas te desagradan. Una vez que identifiques lo que no te sea útil o te disguste, lo siguiente es donar, regalar, vender o tirar.
Clave # 5. Orden. En ocasiones, nos cuesta mantener el orden en casa lo que, según Beltrán, se debe a que “se tienen más cosas de las que se necesitan”
Solución: escoge un cajón, vacíalo y coloca dentro únicamente lo que te gusta o es útil; “puedes aprovechar para deshacerte de lo que está viejo o te desagrada”, dice Beltrán, quien propone replicar esta acción en otros cajones, armarios y estanterías, hasta lograr la armonía.
Clave # 6. Blanco en exceso. Si en tu casa el color que destaca o predomina es el blanco, dado que la vivienda es el reflejo de cómo está quien la habita, la traducción de dicho tono es frialdad, contraria al equilibrio energético.
Solución: utilizar elementos como cojines, cortinas, objetos decorativos, plantas y algo de madera para equilibrar y obtener la armonía hogareña.
Clave # 7. Ventanas sin cortinas. Aunque te entusiasme la entrada de luz natural, los vanos de la casa han de estar vestidos con visillos, estores o cortinas. Si no, la energía se escapará rápidamente.
Solución: descorrer las cortinas únicamente en la estancia que se esté ocupando en ese momento. Al abandonar esa habitación, se baja el estor o se echan las cortinas, hasta que se vuelva a ella.
Clave # 8. Humedades. “Para el Feng Shui, cada estancia se relaciona con un área de la vida y la humedad absorbe la buena energía”, dice Montserrat Beltrán.
Solución: es preciso sanear esas humedades; en todo caso, usar productos para limpiarlas, “aunque vuelvan a aparecer al cabo de los meses, cuando volveremos a sanear la zona o llamar a un técnico que lo resuelva definitivamente”, dice Beltrán.
Clave # 9. Fotografías. Si deseas tener fotos en tu dormitorio, procura que sean tuyas, de tu pareja o de ambos. Evita las de padres, hijos, sobrinos, amigos y abuelos, pues será como si esas personas te acompañen en tu cama, cada noche.
Solución: puedes exponer tantas fotos como quieras en tu hogar, pero las de familiares y amigos mejor en otras habitaciones.
“El Feng Shui se adapta a todos los entornos”, dice la experta Montserrat Beltrán; “aunque lo importante de esta filosofía de origen oriental no es tanto saberla, cuanto hacerla”.
De la eficacia y eficiencia del Feng Shui hablan sus resultados que, según esta consultora, son múltiples: “obtener un mejor descanso, lograr mayor vitalidad, tener mejor ánimo para un nuevo trabajo, encontrar la vocación, mejorar las relaciones con familiares y amigos, atraer el amor y, cómo no, llegar a la armonía en nuestro hogar”.
¡Feliz Armonía Feng Shui! ¡Feliz Coaching!
Y recuerda que…
Nuestro hogar ha de ser un espacio de bienestar, felicidad y armonía.
Un antiguo aforismo dice que tal y como esté tu casa así te encontrarás tú.
Madera, fuego, tierra, metal y agua se encuentran en la naturaleza y se expresan en los objetos y estancias de nuestra casa.
Hay nueve claves para redescubrir tu casa y lograr la armonía en el hogar.
El Feng Shui permite cambiar la disposición y composición de la vivienda o lugar de trabajo.
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