¿Cuánto y qué te permites soltar? ¿eres capaz de delegar? ¿cuánto control quieres tener? Y ¿cuánta acción deseas tomar o crees que tienes que emprender? Esos deseos que tienes por alcanzar algo ¿vienen de atrás? ¿decides desde tu cabeza o desde tu corazón? Desde el Coaching te acompaño en tu proceso desde el resistir al recibir
Hace años tenía un deseo: escribir un libro de narrativa. Recuerdo que, cuando se lo comenté a uno de mis mejores amigos, él me dio un feedback extraordinario e incluso se prestó a ayudarme para encontrar una editorial que lo publicara.
Ha pasado el tiempo y, tan sólo hace unos días, al repensar en la ilusión de ese deseo, me he dado cuenta de que ya no era tal, es decir, que hoy no tengo la necesidad de escribir libro alguno.
En este proceso de reflexión me he encontrado con algo más: cuando era universitaria, una de mis personas favoritas me pidió ayuda para redactar un texto técnico.
La idea era publicar un manual docente, puesto que dicha persona era profesor de Educación Especial. Él escribía y yo supervisaba y leía las pruebas de texto, procurando que quedara impecable.
Sin embargo, una enfermedad truncó sus expectativas, por lo que el libro nunca se publicó. No obstante, algo de ese deseo quedó repicando en mi cabeza, aunque adaptado a mi propia realidad.
Ahora he sabido que, dada mi lealtad hacia esa persona favorita, el deseo de publicar un libro era, en realidad, un afán por no decepcionar su recuerdo.
Resulta que, sin saberlo, tenía lo que se conoce como expectativa desalineada, esto es: ese deseo partía de mi ego, no brotaba de mi corazón.
“Cuando una mujer emprende, usa la energía masculina, basada en el hacer y el planificar y se le olvida recibir”, dice Alicia Carrasco, organizadora del congreso virtual “Feliz con éxito”; “seas hombre o mujer es importante conectar con tu energía femenina, para tener un equilibrio entre la acción y la capacidad de recibir”.
Qué es la expectativa desalineada
“Inconscientemente, nos resistimos a la abundancia universal, debido a las expectativas y a la presión de la acción”, dice Mirelle Maya, coach de Manifestación para Emprendedores; “lo cual, a su vez, está basado en las creencias”.
Para esta experta, que ha participado en el congreso “Feliz con éxito”, una de las preguntas clave que debes hacerte es la de cuánta acción deseas emprender o crees que tienes que tomar.
“Si la respuesta es que te centras en el hacer, es algo normal, pues te importa tomar esa acción para obtener resultados y, al fin y al cabo, es lo que has aprendido”, dice Maya quien, no obstante, propone otra cuestión: “eso que deseas ¿parte de tu corazón o es un deseo del ego?”.
A esto último corresponde el concepto de expectativa desalineada, es decir, aquella que no se corresponde con tu presente ni tampoco parte de tu corazón.
¿De dónde provienen las expectativas desalineadas? ¿cómo identificarlas? Mirelle Maya propone distintos orígenes, para que puedas reconocerlas:
Acuerdo pasado. Puedes haberlo establecido contigo mismo, con tus padres, profesores o incluso amigos. Sin embargo, la vida ha cambiado y también tus deseos. “Pregúntate si realmente quieres eso a lo que te comprometiste”.
Decisión pasada. Al igual que ocurría con el acuerdo, posiblemente haya llovido mucho desde que la tomaste.
Comparación con otra persona. Si ves que una amiga o familiar logra algo que le hace muy feliz y ello promueve tu deseo de conseguirlo. “Observa sin juicio y pregúntate si deseas eso mismo porque ves a tu amiga pletórica o porque realmente quieres esa experiencia; ¿para qué lo deseas de esa forma?
Creencia limitante. A veces, esa expectativa proviene de una creencia que te frena, del tipo: “tengo que ponerme a trabajar porque no valgo para estudiar”.
Demostrar tu valor. Si deseas tener una gran casa, coche o dinero pregúntate si realmente tienen que ver con tu valor, es decir, ¿lo deseas o intentas demostrar algo a alguien, incluso a ti mismo?
Me viene a la mente una frase del genial humorista Groucho Marx: “hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna”.
Miedo al cambio. Es otro de los orígenes de la expectativa desalineada. Cuando deseas algo, aunque sea desde el corazón, ello puede requerir un cambio profundo en la persona que eres, “se requiere tiempo para convertirte en esa otra persona, capaz de sostener tal deseo”, dice Mirelle Maya; “el ego no siempre te lleva a desear más, sino también menos, debido al temor a la transformación”.
Temor a la decepción. Si se trata de un deseo mayor de lo que hasta la fecha has manifestado, es posible que quieras quedarte donde estás; “incluso aunque lo manifiestes, puede ser muy pesado, o hacerte sentir el vacío”, dice Maya; “pues el camino y las experiencias que vas viviendo en dicho proceso de manifestación no son lo más divertido”.
Desde el corazón
“Si alguno de estos puntos te resuena, constituye una oportunidad increíble para reflexionar, para tomar acción y pasar desde la expectativa desalineada al deseo del corazón, a la visión más alineada”, dice Mirelle Maya; “lo cual, a su vez, te permitirá sostener ese deseo y te ayudará a recibir, en lugar de resistir”.
¿Qué caracteriza a esa visión desde el corazón?
Es un acuerdo desde la conexión con tu presente; “puede que lo estés deseando desde hace tiempo, si bien ahora existe una intención poderosa para desear eso”.
Es una comparación armoniosa hacia el futuro; “es agradecer lo que tienes en este momento, quién eres ahora, valorando qué es lo que puede ser y lo que puedes tener”.
Es una decisión desde el presente; “lo vuelves a elegir una y otra vez; esto es sostener tu visión”.
Empiezas a sentirlo desde las creencias de empoderamiento; “porque reconoces tu valor, no deseas demostrar nada a nadie”.
Significa que estás dispuesto al cambio; “a pasar por esa demostración, aunque sea incómoda o dolorosa”.
En los retos y obstáculos que se te presentan sigues teniendo entusiasmo por aprender; “incluso antes de manifestar tu deseo; de hecho, lo sientes ligero y te encanta”.
Dice Mirella Maya que “cada etapa de tu vida, de tu negocio, va a ser diferente”; “no hay necesidad de hacer cosas constantemente y además puedes soltar”.
Aunque soltar “no consiste en dejar ir el deseo, sino confiar en que el universo y tu ser real ya conocen lo que deseas”.
Si has llegado hasta aquí, te invito a preguntarte qué es lo que quieres en este momento: ¿qué decisiones estás tomando que no te corresponden?, ¿cómo puedes confiar en un poder superior? (lo llames como lo llames: Dios, Universo o Fuente) y ¿cómo ves y sientes el fluir en cada aspecto de tu vida?
¡Felices Deseos desde el Corazón! ¡Feliz Coaching!
Y recuerda que…
La energía femenina se expresa en el equilibrio entre la acción y la capacidad de recibir.
A veces la lealtad familiar te lleva a la visión del ego, en vez de a la del corazón.
Pregúntate si realmente deseas eso a lo que te comprometiste hace tiempo.
El temor a decepcionar a alguien o a ti mismo puede llevarte a no desear el cambio.
Para manifestar lo que deseas has de ser capaz de soltar a un poder superior.
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